jueves, 25 de marzo de 2010


Una vez leí que “un amigo es un reflejo nuestro en un espejo tosco e imperfecto” y… ¡Que gran verdad cuando se la entiende! Porque de eso se trata la amistad. Buscamos voces que nos respalden pero disientan, que entiendan pero no compartan, que contribuyan pero no prohíban, que construyan pero no malcríen, que den la mano pero no tironeen, que aconsejen pero sepan callar, que nos sean fieles sin decir lo que piensan y por sobre todas las cosas, amor incondicional.

Porque como diría un gran filosofo argentino contemporáneo (Andrés Lugaro) “La amistad esta mas allá del bien y el mal”

Amistad, que gran palabra. Miles de interpretaciones para un solo concepto y millones de sentimientos para cada unos de esos conceptos. Una palabra genial que solemos desestimar. A veces no entendemos, otras veces creemos entender y casi siempre no pensamos.

Quien iba a pensar que aquel chico de la secundaria que me dijo “vos sos un flashero” hoy me haga “flashar” tanto.

¿Cómo cambian las cosas? ¿Cómo cambiamos nosotros? No, nunca se logra cambiar, nunca vas a dejar de ser vos. Solo se cambian los puntos de vista y vos cambiaste radicalmente el tuyo ¿Para bien, para mal? Eso lo decidís vos y nosotros como amigos lo aceptamos y te apoyamos.

Casi no necesito caer en el cliché de desearte felicidades porque se que te va a ir bien, siempre que te lo propongas va a ser así. Lo importante es no confundir “felicidad” con los caprichos de la vida que a veces no podemos alcanzar.

“Tu alma irradia luz, te espera una vida plena y llena de contenido” No dejes que nadie te opaque, no te opaques vos mismo y no dejes de regalar parte de esa luz a todos tus seres queridos.

Juguemos a vivir mientras nuestras almas crecen de la mano. Te amamos incondicionalmente.

Tus Amigos

viernes, 5 de marzo de 2010



Existe en la tierra un espíritu cuyo único afán es el de convertir a todas las cosas hermosas. Solo se encarga de embellecer todo cuanto se cruce en su camino ¡Incluso a las cosas hermosas!

¿No es hermosa esa montaña con riscos escarpados y nieves eternas? No, le falta un complejo de esquí y un local en donde vender artesanías.

¿Acaso no es hermoso ese bosque de confieras al pie de la montaña y a la orilla del lago? No, le falta un centro recreativo en donde estacionar el auto, beber cerveza y mirar televisión.

Es que ese mismo espíritu que trata de embellecerlo todo es también el mismo espíritu que trata de civilizarlo todo.

Ese espíritu debería encargarse de civilizar y embellecer al hombre, el cual carece de esos atributos, y no de civilizar a la naturaleza ¡Porque le escapa al término!

¿Cómo le llamamos a la civilización de las montañas y los valles? ¡Vacaciones! ¿Cómo le llamamos a la civilización de las playas? ¡Vacaciones de verano!

El hombre debería y debe disfrutar de estos deleites con la minima intervención posible, o llegado el caso, no disfrutarlos. Porque este tipo de tesoros son, mas que nada, para el que sabe cuidarlos antes que para el que sabe disfrutarlos.

Cuidemos el único planeta que tenemos

Atte. Uno de sus parásitos